lunes, 27 de junio de 2011

SOY

La punta de la lanza,
el magma de un volcán;
el llanto de una nube,
el ojo de huracán.
El canto de sirena
que hechiza al marinero;
tsunami, que transforma
la tierra con su fuero.
El pez contra corriente,
que nada hacia el inicio;
remonta hacia su origen
con más amor, que juicio.
La rosa del invierno,
valiente y temeraria...
El águila que anida
la roca más precaria.
¡Mujer de carne y hueso,
que goza de exixtir!...
Camino hacia adelante
sin miedo de VIVIR.
Me río a carcajadas;
si lloro, ¡Un río es!
Si amor, AMOR del bueno
¡Sólo eso te daré!
Por mí, no hay medias tintas...
¡Vivir, para vivir!
Lo que amo en este instante
será mi porvenir.
Por eso, amo la vida,
el cielo, el sol, el mar;
y toda su belleza
que me hace suspirar.
Al Gran Inteligente
que todo lo creó,
de amor y humor, creaciones
que le agradezco yo.
¡Ni orando cada día,
alcanzo a agradecer
por cuanto ya conozco,
y lo que he de aprender...!

martes, 21 de junio de 2011

Metas Divinas

Cuando he trazado una meta
queda fija en mi mirada;
le dirijo mis esfuerzos,
no me distraigo con nada.
determino las razones,
y me lleno de paciencia;
trabajo al ciento por ciento
pero con plena conciencia.
Cuando se atoran las cosas,
siento desesperación;
y rebusco en mis alforjas
nueva determinación.
La fe, es mi gasolina
y con buenas intenciones,
siento que poseo el derecho
de cumplir mis ambiciones.
Que no consiga mi sueño
aún así, me ha sucedido;
a pesar de tanto esfuerzo
el triunfo se vuelve esquivo.
Y cuando esto me sucede,
tengo que reflexionar,
en el porqué de las cosas
que no se me quieren dar.
me convenzo que mi Padre,
quien me cuida con amor
para mí y mi plan de vida,
tiene un proyecto mejor.
Entonces, humilde, acepto
que no es ése mi camino;
abro los brazos, y espero
que me señale un destino.
Y, mientras miro hacia el frente,
un haz de luz, a mi vera
me ilumina y me sorprende
con su intensidad ligera.
Y yo, me digo, sonriendo:
¡Está bien, ya lo entendí!
Ya sé que el otro camino
no era bueno para mí.
Le pido me proporcione
la claridad y visión,
para no ahogarme en detalles
ni distraer mi misión.
¡Gracias, Padre, por las piedras
que detuvieron mi paso
para acercarme a la luz
y alejarme del fracaso!