Escribe, poeta...
porque tus palabras
recorren los vientos
cual veloz saeta...
Hasta que se encuentren
con la ansiada meta,
y hacer que el tramposo
renuncie a su treta,
y que el engañoso
tire su careta.
Que el que todo carga
vacíe su maleta,
que la flor marchita
surja en su maceta;
que deje su cueva
otro anacoreta...
martes, 9 de diciembre de 2008
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